Teresa siempre ha celebrado su día a lo grande. Adoraba llenar su mansión de rostros conocidos el día de su cumpleaños, pero aquello ya es pasado. Ahora, a sus 82 años, la presentadora no está para celebraciones. Su estado de salud es complejo, apenas sale de casa y ni siquiera es consciente de gran parte de la realidad.
Es duro, pero el deterioro de María Teresa es muy serio. Así lo han confirmado sus hijas y ayer quedó más que demostrado: le llevaron un tarta a modo de detalle, pero no quisieron recordarle que era su cumpleaños. Es decir, la presentadora ya no sabe en qué día vive, o al menos así lo aseguraron en 'Fiesta'.
"No voy a ocultar que es evidente que mi madre tiene un deterioro cognitivo importante", decía Terelu hace unos días. Borrego, junto a una fotografía de las manos arrugadas de su madre, hacía pública su felicitación: "Felicidades mamá, ahora solo importas tú y nosotras sólo queremos tu bienestar. Te quiero tanto".
En cuestión de dos años, el bajón de Teresita ha sido impactante. Nada más dejar la tele, la tristeza la invadió y todo fue de mal en peor. El pequeño ictus que sufrió, evidentemente, ha sido el principal culpable de su rápido deterioro.