Las cosas empiezan a ponerse feas. Froilán lo ha intentado en Abu Dabi, pero no puede más. Está harto del país, del curro y de sentirse lejos de los suyos. Echa de menos su vida de siempre. Esa vida que consistía en salir de jueves a domingo, descansar lunes y martes, y coger carrerilla el miércoles para pillar con ganas los días fuertes.
Más allá de bromas, todo apunta a que Froilán no se adapta. Sí, tiene un sueldazo y vive a cuerpo de rey, pero nada tiene eso que ver con sus sentimientos. Al chaval le dan igual los dineros, tan solo quiere ser feliz junto a su gente y disfrutar de la vida como lo hacía hasta el momento de su marcha. Ha solicitado volver en varias ocasiones, pero su madre no tiene el poder de decidirlo.
Tal y como publica ElNacional.cat, hasta que Felipe no levante "el veto", la vuelta a casa será imposible. El plan de exiliar a Froilán fue articulado desde Zarzuela para evitar polémicas, y ahora que el muchacho está lejos, en palacio han vuelto a respirar. El rey quiere lejos a su sobrino y, por el momento, no está dispuesto a permitir su regreso.
Cansado de vivir en soledad, el Borbón más bribón habría optado por darse a la mala vida. Según el citad medio, Froilán ha faltado al trabajo y no ha sido despedido por ser nieto de quien es. La infanta lo sabe, pero tiene poco margen de reacción. No sabe qué hacer. Podría llamar a don Juan Carlos para que sus colegas árabes apretasen las tuercas a su retoño, pero poco más.
Froilán - Gtres
"Cuando sale del trabajo refugia sus penas en el alcohol. Se pasa todo el día holgazaneando y bebiendo. Así es su vida en Abu Dabi", relata ElNacional.cat. Una información que, de ser cierta, sitúa a Froilán en un momento límite.