Habla una vecina de María Teresa Campos y cuenta la dura realidad: "Está irreconocible"

María Teresa Campos ya no es la que era. Desde que abandonó la televisión, ala presentadora ha dado el bajón que jamás imaginó. Pidió ayuda, trabajo y colaboraciones públicamente, pero nadie reaccionó a sus súplicas. La inactividad ha podido con la presentadora que, en vez de buscar alternativas, se obsesionó con la necesidad de hacer pantalla.

A sus 81 años, María Teresa presenta una deterioro importante. Los últimos años vinieron cargados de disgustos para la Campos y no supo gestionarlos. Cuando Bigote la dejó tirada, el corazón de la comunicadora quedo hecho trizas. Intentó remontar, pero semejante batacazo fue decisivo.

La ruptura sentimental se unió a su parón en Telecinco, y entonces comenzó el drama. María Teresa pasaba las horas esperando la llamada de algún jefazo de Mediaset, pero jamás llegó. Nadie la quería en pantalla y aquello le produjo el mayor de los dolores. Ella, la reina de las mañanas, se sintió desterrada del que fue su territorio.

Ahora no sale de casa, está débil y ni siquiera recibe visitas. El ánimo de Teresita está por los suelos y, tal y como confirmó su nieta Alejandra, la vejez ha llegado: "Es una etapa nueva para todos, de cuidarla mucho, quererla mucho, apoyarla, darle cariño, consentirla... Es ley de vida y ya toca", decía ante los micrófonos de Europa Press.

Además, una vecina revela que, efectivamente, María Teresa "está muy desmejorada, irreconocible", tal y como publica ElNacional.cat. "Todas estamso preocupadas porque ni coge las llamadas... Me da pena verla tan desmejorada. Me han contado que pasa por malos momento de ánimo, que apenas come y que no quiere ver a nadie", asegura otra fuente al citado medio.

Fotos: Gtre