No hubo firma ante notario. María Teresa no quiso, no pudo o no le dio tiempo. Sea como fuere, lo cierto es que la reconocida presentadora dejó este mundo sin un testamento. Es decir, no formalizó la repartición de sus bienes. Su único deseo era que fuesen destinados a sus hijas, pero jamás llegó a corroborarlo ante la figura de un notario.
Así lo explican desde Semana. Teresa no hizo aquel deber antes de morir y ahora será la ley establecerá qué parientes heredan, en qué orden y proporción. Como es lógico, las heredederas directas son Carmen y Terelu, aunque no será extenso el beneficio: una casa en Málaga y el 'cash' que su madre tuviera en el banco.
La comunicadora ganó verdaderos pastizales durante su etapa dorada, pero sus malas inversiones le pasaron factura. Gastó gran parte de sus ingresos en la mansión que después malvendió, compró cantidades ingentes de ropa y mantuvo varias personas a su servicio durante toda su vida. Era un mujer gastadora, coqueta y caprichosa.
Teresa Campos, Carmen Borrego y María Teresa - Gtres
Sus últimos años de vida los pasó alquilada en una lujosa urbanización madrileña. En aquel piso también mantuvo a cuidadoras y a Gustavo, el chófer que ahora danza por la casa de Gran Hermano VIP. Carmen y Terelu se niegan a comentar su concurso, pero tarde o temprano tendrán que hacerlo.
Fotos: Gtres