Risto está forrado, pero la joven Natalia es una farmacéutica más que sufre cuando la factura del gas se dispara invierno. Ella es una muchacha del montón en terminos económicos. Ni rica, ni pobre. Trabaja a diario, compra ropa en Inditex, se tira a las ofertas de Mercadona y come yogures de marca blanca. Mejide, en cambio, es un sibarita de los que sacan de quicio.
Durante la charla que mantuvo con Jorge Drexler en 'Viajando con Chester', Risto ya admitió sus gustos caros. Dijo que le gustaba vivir bien y llegó a considerarse un narcisista. Él es un tío egocéntrico, admirado por sí mismo y con la firme creencia de merecer lo mejor y más caro para su propio disfrute.
Al parecer, ese pudo ser el motivo de la ruptura. A Risto le gustaba la buena vida y su chica se hartó de tanta tontería. Ahora, los tortolitos han vuelto con con un par de condiciones impuestas por Natalia: adiós a las amiguitas virtuales y adiós a los gastos sin sentido. Se acabaron los gastos innecesarios.
Risto Mejide y Natalia Almarcha - Gtres
En el videopodcast de Mtmad, En todas las salsas, pusieron ejemplos de los caprichos que suele darse Risto. Incluso, dejaron caer que el presentador es un rácano de tres pares de narices: "Cuando se fueron a Roma, Risto se pagó el billete de avión en business y ella en turista. Cuando van a restaurantes cada uno paga lo suyo, y claro Risto va a restaurantes caros. Él no se estira mucho. Natalia le ha dicho que quiere volver con él pero tienen que bajar el ritmo de vida porque ella no puede costearlo", relataron, tal y como recoge Informalia.
En cualquier caso, lo importante es que Risto y Natalia han retomado la relación. La cosa no pinta demasiado bien, pero todo se andará. Quién sabe, puede que la joven logre transformar a Risto y veamos a la pareja disfrutando de sus vacaciones en un camping barato.
Fotos: Gtres