¡Que no estaba despedida, que estaba de parranda! Marta López vuelve a Sálvame diario como si nada, ni COVID ni leches (COVAP)

¡Que no estaba despedida, que estaba de parranda! Marta López vuelve a Sálvame diario como si nada, ni COVID ni leches (COVAP)
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Marta López volvió ayer a Sálvame tras el despido más sonado de la tele desde que echaron a Cepeda de OT, que ahora resulta que fueron vacaciones 'free COVID'. La marcha atrás no es un método anticonceptivo, pero si anti credibilidad para la audiencia, que se ha mostrado bastante reticente con la llegada de la ex gran hermana y su voz irritante de 'ha llegado el afilador' en do menor desafinado.

Ya anunciaron su vuelta el pasado sábado en la versión deluxe del programa, pero vaya, con menos protagonismo que el de tu foto en la orla de la facultad. La dejaron para altas horas de la madrugada, cuando sus máximos rivales eran la reposición más amortizada de 'La que se avecina' en FDF y una peli donde una mujer es perseguida por un psicópata por el pasillo interminable y oscuro de su chalé.

La verdad que tuvo menos protagonismo que una marca de agua, que Sonia Monroy en los Óscars, que la nuera en el testamento de las señoras bien y que un ajedrez en un 'Decathlon', porque no dijo ni mu. Ni cuando pusieron a caldo a su amiga Makoke (fue la gallina blanca, aunque esté más morena que el cogote de un albañil), ni cuando casi le sale pus a Mila Ximénez mientras rabiaba, ni cuando Carlota Corredera le dio la bienvenida.

Se le ha visto bastante desmejorada, más delgada y con unas ojeras como airbags: lo ha tenido que pasar mal la muchacha. Pero no hay nada que una segunda oportunidad no arregle, aunque claro, la enemistad de Lydia Lozano se la lleva. La gachona no fue capaz de comunicarle que finalmente había dado negativo en 'coronavairus'. Y la Lozana confinada, en su casa, muerta del asco y sin cobrar...

 

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