Tamara Falcó tiene un importante cometido: impedir que su boda se convierta en un aglutinamiento de chonis y horteras. Es difícil que esto suceda teniendo en cuenta los círculos en los que se mueven Onieva y la marquesita, pero siempre es mejor prevenir que curar. Antes de que El Rincón se llene de mortales mal vestidos, Tamy ha tomado medidas.
El 8 de julio será el gran día. Íñigo y la hija de Isabel Preysler sellarán su amor ante los ojos de dios y celebrarán su unión por todo lo alto. Un amor imposible como el suyo debe ser festejado a lo grande y con todo detalle, y así será. El fiestón comenzará el día anterior en los jardines del Hotel Ritz y culminará con el mejor de los eventos que jamás ha acogido el palacio de la Falcó.
Tal y como se dijo en Ya es Mediodía, los invitados han recibico un mail con toda la información necesaria: horarios, regalos, dress code y demás datos de interés. Todo está medido al milímetro en semejante bodorrio, y la mejor prueba de ello es el siguiente detalle: todo aquel que desee pasar por chapa y pintura, podrá hacerlo sin soltar ni un solo euro.
Iñigo Onieva y Tamara Falcó - Gtres
Sí, Tamara e Íñigo son tan generosos que han decidido prohibir la entrada a los feos. Ya no hay excusas para no arreglarse. Según Informalia, los novios ofertan servicios gratuitos en el centro especializado en Wellness preferido de Tamara, un templo de la belleza que ofrece tratamientos faciales, corporales y capilares, manicura y pedicura, peluquería y maquillaje para todos.