Tamara Falcó, una pija monstruosa: el dineral que cobró por parte de la firma encargada de su vestido

Tamara Falcó - El Hormiguero
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Los detalles sobre el contrato entre Tamara y las chicas de 'Sophie et voilá' han visto la luz. Creíamos que la Falcó había acordado vestir los diseños de la firma a coste cero, pero de eso nada, monada. La marquesa no solo pensaba hacerse con dos vestidos totalmente gratuitos, también cobró por prestar su cuerpo a la marca y lucir en él las creaciones.

Es surrealista. No conforme con ahorrarse el dineral que cuestan dos vestidos nupciales, Tamara quiso cobrar y así lo manifestó en el contrato que ambas partes firmaron. La diseñadoras no solo debían confeccionar dos piezas única al gusto de Tamara, también estaban obligadas a pagar 150.000 euros a la hija de la Preysler por hacerles el gran favor de vestir su firma.

Definitivamente, Tamy es una pija monstruosa. O una pija sacacuartos, por ser más sútil. Pero la cosa no queda aquí: Falcó, no conforme con las condiciones acordadas, se tomo la libertar de ser una auténtica "déspota" con quienes confeccionaban el traje de novia.

Tal y como han confirmado en 'Sálvame': "Trató a la diseñadoras como si fueran de su servicio. Al principio, todo fue súper bien pero después apareció una Tamara déspota, histriónica, que las diseñadoras no reconocían. Esa Tamara que sale en televisión no tiene nada que ver con la que pudimos ver a partir del segundo encuentro".

"Esos encuentros se graban para luego poder hacer un vídeo de recuerdo en el que se detalla el proceso. En este caso podríamos relatar la imagen de Tamara, que es dantesca", aseguran sobre las pruebas de vestido que tuvieron lugar en la capital.

La marquesa se defiende en 'El Hormiguero'

Tamara Falcó - El Hormiguero Tamara Falcó - El Hormiguero

La marquesa, extrañamente feliz, ha sentado su culete en el 'El Hormiguero' para desmentir las informaciones publicadas: "Yo no soy una persona difícil, no es difícil trabajar conmigo. Llevo años con firmas como Sisley o Tous, me gusta trabajar en equipo y dar mis opiniones, pero no me voy a casar con un vestido que no me gusta".

"Yo tenía un contrato laboral con la marca, cobraba por una serie de trabajos, no solo por el vestido de novia, pero mis abogados pusieron una cláusula en la que dejaba claro que si no me gustaba el vestido, no me lo iba a poner...  Me cambiaron el vestido en la segunda prueba, me pusieron unos volúmenes y unas cosas que no me gustaban. Cuando salí y mi madre y mi hermana me vieron, hubo silencio total, y eso es muy mala señal", relataba la Falcó.

Finalmente, el contrato se rompió en un abrir y cerrar de ojos: "La cosa se complicó, fue todo muy crudo, muy desagradable y yo estaba muy triste. Mi abogado me dijo 'Si no te gusta el vestido, se acabó'. Y lo siguiente que sé, es el comunicado de prensa. Podíamos haber terminado muy bien".

Fotos: Atresmedia 

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