La hija de Kiko Matamoros la ha liado pero bien. Esta vez no se le ha roto una uña ni se le han ensuciado sus tacones favoritos, Anita ha sufrido un percance en el parking de un gran supermercado y su cochazo ha sufrido las consecuencias. Los nervios y las prisas habituales en la vida de una influencer de su calibre han jugado una mala pasada a la pequeña Matamoros.
Pues sí, Anita se ha pegado un porrazo con su BMW y la carrocería de su coche lo ha notado, y bastante. Según ha contado ella misma a través de Instagram, ha tenido una mañana terriblemente agobiante: prisas, dificultades varias para pagar el parking y para colmo, un accidente con su cochecito blanco (ya no tan blanco). Hay que ver, menudos problemas los del primer mundo.
"Estoy en un parking enorme y no sé ni dónde he dejado el coche. Ya llevo dos plantas recorridas y juraría que lo he dejado en la segunda, pero no está", decía Anita a través de Stories. Joe, tía que fuerte, ¿no?. Es que enserio, tía, que horror buscar tanto. En fin, hasta aquí la bromita, tengamos compasión con Anita.
Lo mejor será que le demos un consejito a la hija de Makoke: Anita, corazón, de todo se sale. Acude a tu taller más cercano, deja allí tu coche y tira pa' la pelu que hay que rebajar esa tensión, ha sido un día muy duro.
