Me alucina la cantidad de tiempo libre que tiene la gente y las maneras tan curiosas que se les ocurren para perderlo en cosas como estas. ¿A quién se le ocurre un día levantarse y plantearse como sería el hijo de Penélope Cruz y Javier Bardem (porque para quien no se haya enterado, ya ha parido) a los 10 años, ni uno más ni uno menos? Pues a Joe Mullins, un forense americano que dedica sus ratos libres a coger las fotos de los padres, analizarlas, y sacar en conclusión como podría ser el hijo a los 10 años. Ya ves tú que cosas tiene la gente…
Y no sólo eso, que va, que nos ha hecho la ficha informativa por completo, que a pesar de que Penélope Cruz y Javier Bardem han tenido al niño (bueno, en verdad lo ha tenido Pe, que ha sido la que ha estado con las contracciones arriba y abajo durante unos días) en un clínica super-osea de esas que mientras esperas a que el niño salga te agasajan con Moët Chandon (pero sin Scarlett Johansson, que esa estaba tranquilamente en su casa sin saber que la Pe estaba echando la gota gorda en una camilla) y tapitas de caviar, a pesar de eso y de lo repija que es, no han sido capaces de decirles cual será el jeto de la criatura cuando tenga 10 años.
Así, resumiendo para no perdernos en los detalles, de los Bardem el niño tomaría, sobre todo, la zona de los ojos, mientras que de Penélope Cruz habría heredado la forma de la cara y la zona de la boca. Yo veo al niño así de primeras y pienso que un poco mal hecho sí que está, y que de todo lo que ha cogido de cada uno, no se parece a ninguno de los dos en absoluto. Vamos, que me dicen que es mi hijo e igual hasta me toca ir al banco a ver si puedo pagarle la manutención, porque excepto en el blanco de los ojos, a los padres a mí se me parece lo mismo que una pera a una castaña (nada, por si no quedaba claro)
Pero bueno, toda información desde luego que es bien recibida y seguro que Pe y Bardem están dando palmas con las orejas o por el contrario super-cabreados porque les acaban de fastidiar la sorpresa, que en vez de tener que estar esperando 10 años para saber como de guapo sería el niño, en menos de dos días ya son capaces de decirle que carrera va a estudiar, si se le van a formar pelotillas entre los dedos de los pies o si va a roncar por la noche. Así se pierde el encanto de la maternidad, leches.
Vía | Diario Femenino
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