Enrique Ponce y Ana Soria están viviendo una historia de amor de las que ya no quedan. ¿Alguna vez te has planteado que los cuentos de Disney no existen? Falso, el torero y su (mini) churri nos han demostrado que la pasión siempre gana, independientemente de las cornadas que te den por el camino.
Lo que parecía el típico desliz de un hombre casado con una joven guapa y un poco trepa, ha resultado ser una historia de amor verdadero. Menuda lección de vida nos han dado estos tortolitos. Resulta que son felices, se adoran y el diestro no para de tener gestos de amor con su chica.
Sabíamos que Enrique Ponce y Ana Soria habian comenzado una vida juntos en Almería, lo que nadie esperaba es que al torero se le cayese la baba día sí y día también con su chica. Atención al último detalle del diestro con Soria: un ramito de flores color violeta para celebrar el feminismo.
Dí que sí, porque cuando estás enamorado hasta el 8M es un buen día para declararte a tu amada. Y Ana, que tiene pinta de se una moñas en toda regla, se ha derretido con el regalito de su hombretón. ¡Qué bonito, coño!