Carmen Borrego nos tiene acostumbrados a sus comentarios ácidos, acompañados de su carísima sonrisa 'Profident', a la hora de callar al colaborador de 'Sálvame' de turno que se atreva a darle a la si hueso sobre su vida privada. Ahora, la pequeña del clan Campashian ha concedido une entrevista para 'Lecturas' donde ha puesto su corazón en bandeja de plata y ha narrado uno de los capítulos más chungos de su vida.
La tertuliana ha viajado al pasado para rememorar el duro bache que experimentó su salud cuando esta era una treintañera que vivía al margen de los flashes y los cotilleos salseantes que reinan ahora en día a día: "Tuve una mala época en mi vida, de los 30 a los 35 años tuve un ictus y un cáncer", ha confesado la sister de Terelu ha dicho medio.
Esta movida no solo cambió la vida de la malagueña sino que provocó que desarrollara un pánico constante a que le ocurriera algo malo: "Me quedé muy tocada y desarrollé miedo a que podía pasarme algo en cualquier momento, tuve que recurrir a ayuda porque me daba miedo morir", ha expresado la hija de nuestra Mery Tere alegando que se armó de valentía y se enfrentó al drama con un par de ovarios: "Podía haber decidido no quitarme el útero y arriesgarme, pero decidí ir a por todas".
Además, estos hechos marcaron para siempre la decisión de nuestra Borreguita de traer más retoños al mundo porque ella, hasta ese momento, no lo descartó: "Yo estaba divorciada y pensé que en algún momento podía enamorarme de alguien que quisiera tener hijos, cerrar esa puerta con 35 años es duro".