Enrique Ponce está hecho todo un caballero y ha salido en defensa de su todavía señora, Paloma Cuevas. Aquel que se ha tirado un mes publicanco fotitos al estilo adolescente enamoradísimo con su nueva churri ha decidido sacar su faceta de hombretón maduro y responsable para aclarar las dudas de media España.
Toñi Moreno ha sido la gran afortunada del país y ha conseguido la entrevista más buscada de Ponce. El torero se partido la camisa pero bien partida. Ha rajado sobre los motivos de su ruptura, sobre sus niñas (menores de edad) y acerca de su labor como padre, de la que no parece estar especialmente orgulloso. Pero sobre todo, ha defendido a capa y espada a su ex compañera de vida, Paloma.
Lo primero que el diestro a querido dejar bien clarito es que su mujer es "una mujer independiente que estudió en la Universidad de Boston, con un master y experiencia propia en ambito empresarial". Toma capote para Paloma, una mujer moderna de los pies a la cabeza.
Además, Enrique ha sido muy sicero y ha explicado que "la relación se ha roto porque ha sido un padre ausente y eso ha supuesto un desgaste para la pareja". Osea, que Enrique pasaba más tiempo fuera de casa que dentro. ¿Haciendo qué? Ah, no sé, yo no he dicho nada.
Por último, Ponce ha salido en defensa de su unidad familiar y ha dicho que sus hijas "no han notado ninguna discrepancia porque en esa familia hay mucho amor". Venga ya Enrique, vale que quieras quedar bien, pero todo tan idílico huele raro. ¡Pillín!
