María Teresa Campos se ha acogido a la máxima más generosa en su última entrevista con Kiko Hernández para 'Diez Minutos': "Para lo que me queda en el convento de los medios, me cago dentro". La matriarca de las Camposhians ha acogido a su amigo y Juan Bautista de su hija Potota como personaje televisivo en su nuevo ático cerca de la casa de Terelu en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid.
La que se autodefine como "la gran comunicadora por excelencia" (detestamos la falsa humildad) ha reconocido que tener relación, tras el palo de Bigote Arrocet, es "lo último en lo que piensa". Casi que prefiere recordar el cigarrito de felicidad que se encendió con un amigo para divertirse un rato: "Me fumé un porro con Sabina", reconoce en sus declaraciones más sorprendentes de los últimos tiempos.
Mari Tere ha aclarado que fue hace muchos años, durante una entrevista que hicieron el cantante y ella en radio: "Si le pido que me pase el porro, esta entrevista va a ser maravillosa, así que le dije '¡pásamelo!'. Me lo pasó y nos lo fumamos los dos", ha contado viajando en la máquina del tiempo favorita de los actores españoles, los raperos y los clientes del Bershka.
El favor que le hizo a Pipi Estrada
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— SostieneNatalia (@SostieneNatalia) May 12, 2022
La madre de Terelu ha sacado a la luz el episodio más generoso con el que fue el churri de su hija y protagonista de la canción de Serbia en Eurovisión, Pipi Estrada: "Pagué dos millones y medio de pesetas por retirar unas fotos porque salía de una casa de putas e iba con una agarrada... como que se había echado una amiga allí", ha defendido María Teresa en un gesto de generosidad con Kiko Hernández (porque al otro colaborador de 'Sálvame' no creo que le siente muy bien).
Su episodio más incómodo con Ortega Cano
Aunque ha lanzado unos cuantos comentarios ácidos a Rocío Carrasco (con la que dice tener menos relación), la Campos sigue teniendo clara su postura en el conflicto más mediático del mundillo del corazón. Es por eso que María Teresa ha sacado del cajón de mierda el episodio más oscuro que vivió con José Ortega Cano.
Para ello hay que remontarse al día que Gloria Camila y José Fernando recibieron su primera hostia (no os asustéis, que hablo del cuerpo de Cristo): "Un día estaban celebrando la comunión del niño y la niña adoptados. Ortega me sacó a bailar. Me puse a bailar y me dijo '¿tú sabes una cosa? Me estás poniendo y a mí no me ponen más que las mujeres que son muy mujeres'", ha vuelto a declarar viajando al pasado, en este caso, al antiguo Paleolítico del que parece sacado ese comentario.