Las espectaculares imágenes de Georgina Rodríguez haciendo yoga en el yate (cuando tú parecerías una cucaracha agonizante)

Las espectaculares imágenes de Georgina Rodríguez haciendo yoga en el yate (cuando tú parecerías una cucaracha agonizante)
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Georgina Rodríguez tiene todo lo que queremos en esta vida: a Cristiano Ronaldo, un yate que ni el Titanic y fuerza de voluntad como para matarse a ejercicio. Que, por no hacer, no hicimos ni yoga durante el confinamiento, que es lo que se puso más de moda. Que tú nos ves a nosotros en esas, en alta mar, y con un poquito que levantemos la pierna al aire, ya nos falta tiempo para sacar la cabeza por la borda y echar hasta las patatas fritas que comimos en nuestra primera comunión.

Pero ella está hecha de otro palo. Ella tiene unos glúteos para partir cocos. Y eso, amiga mía, eso hay que trabajárselo. Que aquí no vale que las únicas sentadillas que hagamos sean para sentarnos y levantarnos del sofá, no. Sacrificio. Esa es la palabra.

Georgina Rodriguez Yoga 3 Georgina Rodríguez, esa mujer que es capaz de morderse las uñas de los pies.

Si no, mira las fotos con las que nos ha deleitado en sus Stories de Instagram. Esta, por ejemplo, es una postura complicada, hay que decirlo. Que alguna vez nosotros lo hemos intentado para comprobar si nos huelen o no los pies. Pero en vez de esta imagen, así tan elegante, con esa cara de anuncio de colonia, parecíamos más una cucaracha agonizando y pidiendo piedad para que nos metieran un pisotón y acabaran con nosotros de una vez por todas. La vida. Qué injusta.

Georgina Rodriguez Yoga INSTAGRAM: @georginagio

Para qué usar una bayeta, nos preguntamos, si bien puedes limpiar los cristales con todo tu empeine. Nosotros intentamos hacer esta postura y hay que acabar llamando a Salvamento Marítimo, te lo decimos. Que se nos queda la ingle encallada y no hay Dios que nos saque de ahí.

 

Todo esto podría parecer una oda a Georgina. Pero no. Lo nuestro es más bien un ¿por qué, señor, por qué? Pero nada de envidia, ¿eh? Ninguna. Porque nos tranquiliza pensar que para ella un hidrato de carbono es como el agua para los Gremlins... Y nosotros los Phoskitos nos los metemos de cinco en cinco.

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