Estos son todos los detalles del acuerdo de divorcio entre Paloma Cuevas y Enrique Ponce: la custodia de sus hijas y la propiedad de la finca donde vivían juntos (La Cetrina)

Bocatones
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Ya hace más de un año desde que comenzaron las capeas de pasión entre Enrique y Ana, a hacer el trenecito en cocodrilos hinchables en las playas de Mojácar, desde que Ponce comenzó a dedicar sus últimas corridas a Soria dibujando una 'A' mayúscula en el albero de la plaza de toros y desde que la joven almeriense desafió las leyes de las folclóricas acudiendo al ruedo sustituyendo la mantilla por el móvil que no paraba de mirar mientras que pasaba de ver cómo el toro y el torero se juegan la vida en un azaroso juego (palabras de la nueva cuñi de Sara Carbonero).

El pasado jueves por fin llegó el día más señalado en el calendario de Paloma Cuevas: la jornada en que dos firmas sobre un papel con membrete  le dieron por fin la libertad de no estar felizmente casada con este señor tan peludo y, por supuesto, que le ha dado oficialmente la custodia de sus dos hijas Blanca y Paloma (¡Viva la virgen del Rosío!).

Family feliz Familia feliz

Eso sí, ni siquiera el diario 'ABC' (el más simpatizante con este tipo de celebrities) ha sido capaz de descubrir cuál ha sido la cantidad de pasta gansa que han acordado que Ponce bizumee (ojalá la RAE recoja ya este verbo como acción de hacer Bizum) a Cuevas para los gastos de las niñas en educación, manutención, conciertos de Lola Índigo, libretas de Mr. Wonderful, iPhones 12 cada cuatro semanas y Spotify Premium, vamos, el kit básico para pipiolinas ricas de 9 y 13 años.

Ponce Cetrina 2 Ponce y Paloma en la comunión de su hija pequeña celebrada en la finca La Cetrina

Enrique Ponce, según la información publicada por el periódico que comparte nombre con una canción de The Jackson 5 (eibisí), se ha tenido que conformar, el pobrecito, con su enorme casoplón que cuenta con hectáreas suficientes como para tener código postal propio y la jurisprudencia (la que no tuvo liándose con Ana Soria cuando aún estaba con Cuevas) que le dé la gana. Y eso que había rumores de crisis entre los matorrales de la pasión juvenil (o es eso o estaban enterrando a un muerto, como dicen en 'Zapeando'). 

Exacto, Quique Pon (pa' los colegas) tiene la finca La Cetrina (qué gran disfraz de Paz Vega en 'Mask Singer') para él solito. Por fin puede hacer los botellones que quiera sin que sus colegas tengan que falsificar los DNI para entrar y beber; jugar al 'yo nunca' hasta altas horas de las madrugadas (a tomar por saco la vuelta del toque de queda); comer chuches e incluso saltar de la cama en su nueva vida adolescente junto a su princesita del desierto de las Tabernas, Ana Soria.

Enrique Ponce y amigos de Ana Soria La Banda del Patio con la que hará botellón Enrique Ponce

Foto portada | GTRES

Comentarios cerrados
Inicio