Nunca es tarde para reinventarse, para tomar nuevos caminos, nuevas aventuras, para seguir aprendiendo... ¡Que se lo digan a la actriz de Pippi Calzaslargas, que se hizo actriz porno! En este caso, Fabiola Martínez ha decidido volver al campus universitario para compaginar sus estudios con su labor como Presidenta de la Fundación Bertín Osborne tras su separación con el que le da nombre a la institución (y al toro de la autovía).
Según ha podido saber la revista 'Semana', Fabiola se ha matriculado en un MBA (nada que ver con lo de baloncesto: Maduritos Basketball Association) de Administración y Dirección de empresas que se complementa con un máster en Coaching, Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística.
¡Madre mía! Ya puede ser una bazofia que suena estupendamente, a Premio Princesa de Asturias mínimo... Eso sí, antes de que acabe de contárselo a Bertín, este ya se ha quedado dormido (sobre todo si se ha tomado alguna copita de vino con alguno de sus invitados previamente).
La madre de Kike y Carlos seguirá las clases de forma online los próximos 24 meses, tiempo de duración de sus nuevos estudios (si no le queda ninguna). De este modo, Fabiola podrá asistir a clase sin necesidad de vestirse de cintura para abajo, mientras que se prepara un Cola Cao o lo que necesite hacer, un requisito indispensable para una mujer empoderada tan atareada como ella.
Este master forma parte del plan de estudios de la Escuela de Negocios Europea de Barcelona, una de las mejores de Europa después de Hogwarts y la de Cristina Cifuentes donde regalan los títulos presuntamente, por supuesto.
Las ventajas de ser universitario/a madurito/a son múltiples, quizás por eso Fabiola está tan ilusionada. Desde que te abre el abanico de posibilidades de ligoteo porque lo mismo puedes tirarle el anzuelo a un/una compi que a un/una profe, hasta tener el triple de excusas para no hacer los deberes:
Que si el niño no me dejaba en paz, que si he estado media hora en el banco, que si tenía mucha plancha... Cosa que, en los jóvenes, tiene cero credibilidad... Sobre todo si se pronuncian después de un juernes (jueves aviernesado) universitario.
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