Iñaki y Ainhoa pueden estar tranquilos. No habrá vándalo o maleante que se atreva acercarse a ellos en mitad de la noche. Tampoco correrán peligro al sacar dinero en el cajero y jamás les robarán la cartera en el metro. Los tortolitos cuentan con varios escoltas a su servicio y, por supuesto, no pisan una boca de metro ningún día de sus vidas.
Iñaki, le pese a quien le pese, es un personaje de relevancia pública. Cuando se casó con la infanta Cristina, el Ministerio le otorgó el privilegio de estar siempre acompañado por algún segurata. Tras el divorcio, seguirá siendo así. Se trata de una decisión del Gobierno y ni si quiera Urdangarin tiene opción a rechazarla. Mantiene su escolta y punto pelota.
Así lo confirman en Vanitatis. Desde los más altos cargos del Gobierno Español han decidido que Urdangarin, al estar en el candelero mediático, debe estar protegido. Y claro, si él lo está, su chica también. Van e pack. Si a Ainhoa intentan atracarla, los escoltas lo impedirán.
Según el citado medio, son entre cuatro y ocho las personas que velan por la seguridad de el ex duque y su actual churri. Es un tremendo gasto en personal, pero así está indicado desde el Ministerio. Eso sí, solo tendrán seguratas a su servicio en territorio español. Si cruzan la frontera, se esfuman los gorilas.
Fotos: Gtres