Las hijas de Felipe y Letizia tienen fino el paladar. Y no, no es porque hayan recorrido los mejores restaurantes del país. Se debe a la afición de sus progenitores por el buen comer. El Rey es un gran amante de la gastronomía y su esposa es la reina del producto puro y de la calidad. En las cocinas de Zarzuela no entran precocinados ni rebozados. Todo natural, fresco y bueno.
Las niñas se han criado en una casa con buenas costumbres gastronómicas, y quizás por eso hayan decidido pasarse por El Bulli aprovechando su visita a Girona. Tal y como publica Informalia, el miércoles 5 de julio la heredera entregará en Roses los Premios Fundación Princesa de Girona. Como no podía ser de otro modo, estará acompañada por sus padres y su hermana.
Antes del acto, Felipe y su familia tendrán tiempo para hacer algunos planes. Uno de ellos, pasarse por el mejor restaurante del mundo. Ahora es un museo, pero la esencia sigue intacta. Pueden verse las cocinas, las mesas, la blanca fachada y hasta los baños. Todo se conserva para el disfrute visual de los más curiosos.
Las niñas, junto a sus padres y el mítico Ferran Adrià, recorreran las distintas salas del que fue un lugar único en el planeta. El Bulli cambió la gastronomía a nivel mundial. Lo que sucedía en aquellos fogones era algo especial, distinto, arriesgado y tan puro como el sentimiento de quienes ponían sus manos al servicio de Adrià.
Leonor y Sofía - Gtres
Leonor y Sofía, como buenas comedoras, conocen ya la historia de tan simbólico restaurante. Ahora, tendrán la suerte de cruzar sus puertas y respirar lo que allí sucedió entre 1962 y 2011.
Fotos: Gtres