Pasan los años y el mal rollete entre doña Sofía y la esposa de su hijo no termina. Todo comenzó cuando Letizia llegó a la vida de Felipe. Aquella periodista divorciada no fue vista con buenos ojos por los Borbones, pero nada pudieron hacer para evitar la boda. Felipín estaba enamorado y tenía claro que compartiría sus días con la Leti. Ella, ilusionada, aguantó las malas caras hasta llegar a la cima.
Durante años no tuvo demasiado poder, pero ahora es la mandamás de Zarzuela. Sofía y Juan Carlos han quedado desplazados, Cristina y Elena viven alejadas de su hermano y Letizia ha tomado las riendas de la Corona. Felipe delega en ella, se deja aconsejar y confía plenamente en su mujer.
Uno de los objetivos de Letizia ha sido mantener las distancias con sus suegros. Sabe que la imagen de Juan Carlos ha quedado denostada, y Sofía, la esposa silenciosa, tampoco aporta nada positivo a la imagen actual de la monarquía. La Corona debe modernizarse, y para ello es necesario hacer limpieza.
Doña Sofía, Letizia, Leonor y la infanta Sofía - Gtres
Y eso es lo que ha hecho la Leti, una limpieza a fondo. Se acabaron los eventos con los Borbones, las vacaciones o las comilonas. Ya no hay relación ninguna, al menos de cara al público. El próximo fin de semana, tendrá lugar la graduación de Leonor en Gales y hasta allí se trasladarán sus padres y su hermana. Doña Sofía, sin embargo, no ha recibido invitación.
Una vez más, la emérita se queda al margen. No conviene una foto junto a su nieta que pueda despertar la polémica. Es posible que Paloma Rocasolano acuda al acto, pero Sofía no lo hará, tal y como publica ElNacional.cat.