Se acabaron los días de 'El Programa sin Ana Rosa'. La mujer que da nombre a su propio espacio, que suele estar más de vacaciones que trabajando, ha vuelto de su letargo gaditano para iniciar la nueva temporada televisiva por todo lo alto... ¡Y nunca mejor dicho!
Ana Rosa se ha asomado al mundo, casi a modo de hormiga de Pablo Motos (saliendo de un boquetillo para hablar), desde las alturas: lo propio para una estrella de la tele como ella. ¡Qué forma más humilde de decir que está por encima (en audiencias) de cualquiera que ose hacerle la competencia!
Como podéis comprobar, Ana Rosa Quintana ha salido por fin de su casita de muñecas (su favorita es Rocío Flores, que es la más nueva) y se ha subido a un generador de energía eólica para lanzar una curiosa reflexión sobre la labor que desempeñan tanto ella como el resto del equipo de periodistas que componen su programa:
"Miguel de Cervantes escribió la historia de un hidalgo que luchaba contra gigantes que eran molinos de viento, porque quería cambiar el mundo, porque quería cambiar las cosas. Al final se rindió, no cambió. Las cosas es muy difícil cambiarlas, pero nosotros lo vamos a intentar, por eso nos hemos venido a estos gigantes, a estos molinos del siglo XXI que nos dan energía limpia", decía Ana Rosa Quintana descorchando la nueva temporada a eso de las nueve de la mañana, muy tranquila para estar a más altura que la hija de Pau Gasol cuando su padre la coge a caballito para ver la cabalgata de los Reyes Magos.
Ana Rosa Quintana, a modo de teleñeco por un boquete superior de este gigantesco molino de viento
Del mismo modo que hizo Pedro Sánchez cuando estuvo junto a Calleja marcando paquete con los arneses que permitieron su descenso de los molinos, Ana Rosa y las dos cajas de biodraminas que la presentadora llevaría encima para evitar mareos han combatido con este espectacular arranque el renovado resurgir de 'Espejo Público', su máximo rival, que vuelve a las andadas con nuevo plató, una moderna línea gráfica y colaboradores muy 'top' como Mariló Montero, además de con la vuelta de Susanna Griso.
Anne Rose ha vendido a los espectadores su programa tan bueno, bonito y nada barato (la decoración del Ikea no es, se ve más del 'Maisons du Monde') vociferando, al más puro estilo mercadillo de Sotogrande (donde veranea), los grandes atractivos del programa que ella misma produce:
"Nuestros reporteros recorriendo el país de punta a punta, nuestros reportajes de investigación, nuestras entrevistas, nuestros personajes y sobre, todo, con pluralidad. Todo, con libertad", vendía antes de teletransportarse, gracias a la magia de la televisión, hasta su colorido plató.
Un mensaje en el que se puede leer entre líneas un sutil comentario ácido, una ligera pullita, un dardito envenenado dirigido en forma de proyectil al programa con el que mantiene una guerra fría desde el inicio de la emisión de la docuserie de Rocío Carrasco: 'Sálvame'. 'La Fábrica de la Tele' y la productora de Ana Rosa vuelven a la contienda a pesar de trabajar codo con codo en la misma cadena (muy 'estilo Telecinco', por otro lado).
No parece casual que Quintana, que todos sabemos de que pie político cojea, haya hecho mención a la "pluralidad" y a la "libertad" en plena crisis del programa de las frutas, sobre todo teniendo en cuenta que son los adjetivos que precisamente tanto Kiko Matamoros como el resto de negacionistas (de Rociíto) han empuñado para encasquetarle a Carlota Corredera, a la hija de Rocío Jurado y al tinte feminista-reivindicativo la presunta caída de audiencias del programa que lleva funcionando como epicentro del marujeo desde el año 2009.
Vía | Twitter ('El Programa de AR')