Cristina Porta es el nuevo fichaje del programa de las frutas. Salió a la palestra cuando Alba y Jorge Pérez se comieron el Carrillo en la fiesta de Unicorn, y fue entonces cuando La Fábrica de la Tele le ofertó una silla en 'Sálvame'. Ella aceptó con una sonrisa de oreja a oreja, pero no tardó en arrepentirse cuando escuchó los comentarios de sus compis de curro.
La jauría tenía hambre y Cristina era la presa perfecta: chica joven, guapa y de mecha corta. El mejor perfil para sacarla de quicio en pantalla y hacer audiencia. Los colaboradores lo sabían. Porta era la apuesta de los jefazos para rascar televidentes y había que actuar.
La llamaron trepa, chunga, prepotente y tóxica. Le dieron caña durante días hasta que la muchacha quiso salir de allí echando leches, pero no lo hizo. Le gusta el masoquismo telecinquero, especialmente si hay pasta de por medio. Y la había. Le ofrecieron un 'Deluxe' para demostrar cómo es su verdadera persolidad y no lo dudó. Se puso en manos de la psicóloga oficial del programa y comenzó el juego.
La sometieron a un test de personalidad y, al fin, salió la verdad a la luz: "Tiene una puntuación elevada en abstracción, que significa que pueda parecer fantasiosa. Pero como es muy independiente, porque tiene autosuficiencia, se puede percibir como exceso de soberbia y de orgullo", explicaba la psicóloga.
Cristina Porta - Telecinco
"También tiene una vigilancia elevada, y eso significa que, junto con un autocontrol de 3, pues nos encontramos con que es desconfiada, suspicaz, testaruda, y al tener autocontrol bajo, puede que se generen conflictos. Pero se esfuerza por hacer comprender sus puntos de vista", aseguró.
En cuanto a la prepotencia, Cristina estaría situada en el nivel 7: "Es la referente a ser tenaz, algo dominante, agresiva, enérgica, constante luchadora. Y si los juntamos con su tenacidad alta y que se muestra poco reservada o no tener filtro a la hora de decir las cosas, porque es asertiva, puede generar situaciones conflictivas".