No todo son risas en la cadena de los realities. Ponerse frente a una cámara a diario no es tarea fácil, y para hacerlo, es necesario mantener una estabilidad emocional: seguridad en uno mismo, verse bien en pantalla y saber improvisar cuando sea necesario. Por esa dificultad y después de haber sufrido la muerte de su padre, Nuria Marín se ha visto obligada a acudir al psicólogo.
La presentadora ha hablado sin pelos en la lengua sobre su terapia: "Empecé a ir cuando supe que mi padre no iba a superar el cáncer que tenía", ha dicho a sus seguidores en Instagram. "A mi padre le quedaba menos de un año de vida y fui para hacerme a la idea y prepararme para ello".
"Cuando mi padre murió, me ayudó mucho a sobrellevar el duelo y enfrentarme a mis miedos", ha confesado Nuria. Y a partir de ese momento, la conductora ocasional de 'Sálvame' decidió no dejar de acudir: "Seguí yendo por otros temas como el estrés en el trabajo".
Para ella, mantener la salud mental algo importantísimo, y más trabajando en un medio como la tele. "Desde noviembre estoy yendo porque ir es un ejercicio intelectual, pues te obliga poner en orden tus pensamientos", ha dicho sin ningún reparo.
