El hijo de Iñaki y la infanta Cristina se convirtió un sex symbol hace unos meses. Cuando salieron a la luz las famosas imágenes de Urdangarin junto a aquella misteriosa mujer que no era su esposa, Pablo ejerció de portavoz oficial de la familia. Fue entonces cuando fuimos conscientes del gran cambio del muchacho: de ser un chavalín con gafas y pantalones chinos, el mayor de los Urdangarines se ha convertido el buenorro popular del instituto.
Es la historia de toda película adolescente. El mítico empollón en el que ninguna chica se fijaría se convierte, por arte de magia, en el malote más sensual de instituto. Pablo no tiene nada de chico malo, pero sí ha desarrollado el físico imponente de su padre. El tío está cuadrado, tiene una tableta que ni los toristas de 'MyHyV' y, para colmo, es más majo que las pesetas.
Al contrario que Victoria Federica, Pablo es siempre educado con la prensa. Entiende el trabajo de los reporteros e intenta responder cuándo le preguntan. No suele ser demasiado explícito, pero jamás ha tenido una mala palabra delante de una cámara. Ahora, la revista Lecturas publica las fotos más sensuales del joven, que ha aprovechado sus días de vacaciones para pasear sus músculos por la costa catalana.
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Pablete ha sido pillado en la playa con sus colegas. Al parecer, tiene unos días de descanso antes de continuar su carrera en el FC Barcelona de Balonmano y ha decidido aprovecharlos de la mejor manera: marcando tríceps bajo la atenta mirada de las bañistas. Vale, no sabemos si Pablo hipnotizó a las chatis con su cuerpazo, pero es algo obvio. No tenemos pruebas, pero tampoco dudas.