Ni crisis, ni ruptura, ni leches en vinagre. Enrique Ponce y Ana Soria siguen tan enamorados como el primer día. Durante las últimas semanas se ha especulado sobre el supuesto mal rollete que existía entre ambos, pero todo parece formar parte de una sarta de especulaciones sin fundamento.
Parecía que el noviazgo de Ponce y Soria estaba a puntito de terminar, pero el amor ha ganado esta vez. Cuando creíamos que la estudiante de Derecho ya estaba poniendo a caldo al torero en la cafetería de su facultad, resulta que no es así, si no todo lo contrario. Al parecer, los tortolitos siguen tan enchochados como siempre.
Según publica el periódico 'ABC', "No hay crisis ni ruptura y sostienen que las informaciones son filtraciones interesadas, cantos de sirenas que llegan del pasado". Es decir, podría existir algún pedorro/pedorra que intenta romper el romance a base de mucho cotorreo barato, pero el amor entre Enrique y su chica es más fuerte.
Además, 'El Español' también niega que exista una crisis entre Soria y el torero, y achacan los rumores a "peleíllas tontas" como las que tiene cualquier pareja. O lo que es lo mismo, el diestro y su chorba tan solo discuten por quién de los dos baja a tirar la basura o por la elección de alguna película moñas para un domingo de manta y sofá.
Enrique Ponce y Ana Soria - Gtres
Y para rematar, Informalia asegura que la parejita está mejor que nunca después de haber aparcado su faceta de 'influencers'. En mitad del revuelo mediático que supuso la relación, ambos decidieron dejar de colgar fotitos empalagosas en Instagram para salvaguardar su intimidad. Desde entonces, "están más tranquilos y pueden llevar la relación sin sobresaltos", asegura una fuente para el citado medio.
En lo que respecta al terreno laboral del torero, también hay algo que desmentir. Aunque se especuló con la vuelta al ruedo de Ponce, lo cierto es que el diestro no se plantea ponerse delante de un toro. Según Informalia, Ponce se ha cortado la coleta y no visitará ninguna plaza en México. En todo caso, para lo único que cruzará el charco será para tostarse al sol en algún hotelazo junto a su amada.
