Ana María Aldón ha recuperado las fuerzas para hablar en televisión. La misma que hace unos días se apartó de Mediaset, de sus amigos y hasta de su propia familia, ha regresado al lugar que tanto beneficio económico le reporta a lo largo del año. Su crisis con Ortega es más que evidente, y aunque todavía son marido y mujer, la ex frutera tiene claro su objetivo: rentabilizar este trago amargo y volar libre.
Ayer, Aldón sentaba el culo en el último programa de 'Viva la Vida' para rajar sin miedo acerca de su matrimonio. Aunque Ortega aseguró públicamente estar harto de tanto cotorreo telecinquero, su mujer hace oídos sordos y continua con la película. Ana María quiere hablar, cobrar y volver a cobrar. Su matrimonio está roto, o al menos resquebrajado, y en vista de un posible divorcio, está dispuesta a embolsarse un buen pastizal para después invertirlo.
Tal y como publia Informalia, la esposa del torero pide 175.000 pavos por confirmar su divorcio a golpe de exclusiva y una posterior entrevista desgranando, punto por punto, el proceso de separación. Aldón está en la cima corazonera, y teniendo en cuenta que no es un personaje de primer nivel, debe aprovechar este tirón mediático antes de que todos se olviden de ella.
Ana María Aldón en 'Viva la Vida'
Ayer no confirmó la ruptura, pero sí aseguró que las cosas no están bien en Fuente del Fresno. Continua viviendo con Ortega, pero ni se hablan, ni se miran y mucho menos se acuestan. Hacen vidas por separado y, quién sabe, quizás por el bien del hijo que tienen en común consigan arreglarse, pero la cosa está difícil. Ana María quiere facturar, el torero no soporta la tele y, por mucho que negocien, llegar a un acuerdo parece misión imposible.