La vida de Kristen Stewart no ha sido una vida fácil, desde luego que no. Pasando por la fama que ha tenido que sobrellevar desde que era una cría hasta el bulling que sufría cuando era una retoño, la verdad es que camino de rosas lo que se dice de rosas, no creo que su vida haya sido. Y todo porque a la nena no le apetecía depilarse y lo suyo era más de ir como si fuera un chico. Y claro, esas cosas pasan factura y más si estás rodeado de crueles compañeros en el colegio.
Si miras a las fotografías de cuando tenía 15 años, te darás cuenta que soy como un chico. Me ponía la ropa de mi hermano
Femenina lo que se dice tremendamente femenina, la verdad es que ahora no lo eres. Pero no se te puede echar en cara que lo tuyo sea ir en chándal por la vida y con la sobaquera sin afeitar en las alfombras rojas, no señor. Lo que no tengo tan seguro es que se pueda decir lo mismo de ti hace unos años:
Pero no es que me molestara que se rieran de mí. Me molestaba. Me acuerdo de una chica de sexto grado que se quedó mirándome en el gimnasio y dijo: ¡Oh, Dios! Es asqueroso, no te depilas las piernas!
Y claro, esas cosas dichas todos los días una tras otra pues acaban minando la personalidad de una hasta límites insospechados. Lo bueno es que ahí donde la veis, Kristen Stewart a partir de los 18 como que le empezó a dejar de importar todo lo que le decían y, aunque sabe que no es la alegría de la huerta (reconocido por ella misma) sabe que lo que hace, lo hace bien. Y punto pelota.
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Vía | Cuore
Foto | Kristen Stewart en Facebook
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