No hay duda alguna de que el matrimonio entre Ortega Cano y Ana María Aldón es la crónica de una separación anunciada. No hay día que no amanezcamos con un titularaco de estos Pimpinela folclóricos capitaneado las portadas de la prensa del cotilleo.
Se dice, comenta y rumorea que la colaboradora no quiere quedarse sin panda de coleguis para salir de cañas y vinitos ahora que lleva una vida alejada del que fuera su marido del alma, recordemos que esta se encuentra actualmente en tierras gaditanas con su retoño.
Según 'Informalia', la diseñadora se ha hecho súper amigui de la pareja que lidera la empresa de alimentación donde Ana Mari es la cara visible de sus gazpachos. De hecho, tal es el nivel de esta amistad que Doña Aldón los acompañó cuando ambos se fueron de viaje a El Rocío y ella gorroneó todo lo que pudo y más.
Cuentan las malas lenguas (que no son pocas) que el torero no tiene hueco en este team súper cool de la aldea rociera. ¿El motivo? Aldón lo ha puesto de vuelta y media con su nuevo grupito de amigos adictos al tomate y estos no quieren ver al viudo de Rocío Jurado ni en pintura o, por lo menos, hasta que solucione los asuntos que tiene pendientes con su esposa.
