La amistad que une al emérito con Mario Vargas Llosa viene de años atrás. Aunque no son de los colegas que se llaman a diario, ambos se guardan un cariño especial desde hace décadas. Juan Carlos fue uno de los primeros en felicitar al escritor cuando consiguió la nacionalidad española en 1993, y el ex de la Preysler, muy agradecido, no olvida aquel gesto.
Desde que el emérito se marchó a Abu Dabi, su vida social se ha reducido al mínimo. Allí tiene amigos que lo agasajan con yates, viviendas de lujo y buenas comilonas, pero nada es comparable con lo que Juan Carlos disfrutaba en su país. Tiene colegas hasta debajo de las piedras, y algunos de ellos con fincas tremendas en las pasaban jornadas completas de caza y parloteo.
Vargas Llosa jamás ha pertenecido al núcleo más cercano del emérito, pero es cierto que la admiración es mutua entre ambos. Tal y como publica Vanitatis, Juan Carlos pronunció estas bonitas palabras cuando el escritor recibió el Nobel en 2010: "Es fantástico. Es una noticia excelente para España. Además, él es un gran amigo de España y le quiero mucho".
La última vez que se vieron fue, como mínimo, hace tres años. Ahora, volverán a encontrarse en una acontecimiento importante para Vargas Llosa: la ceremonia que marcará ingresó en la Academia Francesa. Tendrá lugar en París, se celebrará el 9 de febrero, y entre los asistentes VIP escogidos por Mario se encuentra el emérito y su retoña, la Infanta Cristina.
Padre e hija acudiran del brazo a uno de los actos más importante de la carrera de Vargas Llosa, y así lo ha confirmado él mismo en El País: "En la medida en que los Reyes puedan tener amigos, yo soy un amigo de él", aseguraba.
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