La bochornosa actuación de Rocío Carrasco junto Henry Méndez en 'Sálvame Mediafest'

Rocío Carrasco y Henry Méndez - Telecinco
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La hija de la Jurado se ha convertido, oficialmente, en un personaje más del universo 'Sálvame'. Durante los últimos meses la hemos visto llorar en infinidad de ocasiones narrando sus vivencias, pero eso ya se acabó. La Carrasco es una mujer nueva, radiante y con un don: aterrar a todos cada vez que intenta entonar una nota. Rociíto, a diferencia de su madre, canta como un gato atropellado y así lo ha demostrado en el tan comentado 'Mediafest'.

Telecinco organizaba ayer el mayor espectáculo jamás visto en los últimos tiempos. Los colaboradores del programa de las frutas llevaban semanas preparando sus actuaciones junto a varios artista, y ayer tuvieron que demostrar lo aprendido. En términos generales, lo cierto es que aquello fue un desastre absoluto. Ni un solo tertuliano demostró cantar mínimamente bien, pero el 'show' estelar de Rociíto fue el colmo de los colmos.

Habitualmente, los colaboradores del 'Sálvame' no tiene problema aparecer dando el cante en pantalla. Es el programa más sin vergüenza de la tele y sus trabajadores lo tienen asumido. Hemos visto a Lydia por los suelos, a Mila haciendo la croqueta o a Chelo García Cortés disfrazada de Yoker. Y cuando creíamos que ya nada era posible en el programa de Valldeperas, llega Rocío Carrasco y se arranca con 'Mi reina' junto al mítico Henry Méndez.

Sí señor, es real. La madre de Rocío Flores se ha plantado unos leggins ultramodernos y se ha subido al escenario con uno de los reyes del reguetón para dejar a España al borde del parraque. La Carrasco cantó peor de lo que jamás habríamos imaginado, y lo que es todavía más grave, ella no lo sabe. La pelirroja se movía por el escenario con la misma agilidad que una octogenaria, se equivocó varias veces en la letra y no entonó una sola nota.

Eso sí, ver a Rociíto en plena acción fue un sueño cumplido. Quién nos lo iba a decir. La Carrasco cantando reguetón (o intentándolo) ante cientos de personas que, por un momento, desearon ser sordos por no escuchar semejante aberración.  

Pero si hay algo realmetne destacable de la actuació de la pelirroja, es su actitud. Rocío se mostró sin miedo, sin complejos y con una sonrisa de oreja a oreja. Y solo por eso... ¡Arriba la Carrasco y larga vida a su garganta!

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