Si creías que tu cena de Nochebuena no podía ser peor, solo tienes que pensar en el percal de los Pantoja para darte cuenta de que nada es para tanto. Compartir mesa con esa parte de la familia que ni te va ni te viene o explicarle a tu tía la de Cuenca por qué has roto con tu pareja es un verdadero infierno, pero la situación de Isabel es todavía más drástica: no quiere saber nada de Kiko Rivera y se aferra a la esperanza de llevarse un buen pellizco en la Lotería de Navidad.
Ni la mejor comedia recoge una historia como esta. En mitad de un enfrentamiento que parece eterno, doña Isabel Pantoja centra su energía en llevarse el Gordo de la Lotería. Quién sabe, lo mismo tiene un plan de fuga y en cuanto consiga esos 400.000 lereles no volvemos a saber nada de nuestra Panto. En cualquier caso, la situación previa al sorteo es chunga de narices.
Isabel Pantoja, dispuesta a conseguir el Gordo de la Lotería de Navidad
Tal y como reveló Marisa Martín Blazquez en 'El Programa de Ana Rosa', "Para ella su hijo se ha acabado por completo". Tras escuchar las palabras de Kikito en 'Planeta Calleja', donde llegó a responsabilizar a la artista de su problema con las drogas, Isabel habría decidido dar por terminada la relación.
Según Antonio Rossi, la tonadillera está "depresiva" y "al lado de su hermano Agustín". En estas circunstancias, todo apunta a que no habrá Navidades en Cantora. Además, Isabel se enfrenta por primera vez a estas fechas sin la compañía de su madre, lo que complica todavía más la situación.
Pero no se confundan. Aunque Isabel no vaya a celebrar la Nochebuena con una mesa repleta de gente, hay algo que mantiene viva su ilusión: la Lotería de Navidad. La cantante es una habitual de las administraciones y cuando llegan estas fechas compra décimos sin ton ni son con la esperanza de hacerse con el gran premio.
Según publica Informalia, la tonadillera tiene una curiosa manía: meter su fajo de boletos y participaciones en un neceser y guardarlo bajo su axila el mayor tiempo posible. Incluso, aseguran haberla visto cocinando con el estuche bajo su alerón. Vamos, un show en toda regla. ¿Será que el sudor de Maribel atrae a la fortuna?