HOY SE HABLA DE

'First Dates' recibe a María, la tía más extraña del planeta: bebe su propia orina y se restriega la cena por el cuerpo

Carlos Sobre y María en First Dates
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Si creías haberlo visto todo en 'First Dates', estabas equivocado. María, una mujer de 53 años y "costumbres" nada habituales, ha visitado el plató de Carlos Sobera con la intención de encontrar algún maromo con sus mismos ideales. Lo que María no sabes es que por mucho que busque a su media naranja, lo cierto es que no hay mucha peña que se beba su propio pipi como si de una cañita en pleno agosto se tratase.

El programa de las citas ha recibido a su invitada más compleja. Nada más recibirla, Sobera comprobaba que María no es una tía cualquiera. "Yo me alimento de los aceites esenciales del bosque y de la naturaleza . Yo y todos los humanos lo podemos hacer. Del oxígeno puro, de las plantas de los pies en contacto con la tierra. Todos podemos hacerlo", explicaba bajo la atenta mirada del presentador.

Obviando lo que seguramente pensaba Carlos, continuemos conociendo a María, que lleva sin masticar un buen bocadillo desde hace un porrón de años. "Ayuno muchísimo. Fui vegana, crudivegana y liquidarían. Dos años enteros sin comer nada sólido. Para venir aquí no he comido nada, solo he bebido. Bebo agua de coco, mi propia orina...Orinoterapia", aseguró.

La verdad sea dicha. Para llevar no sé cuánto tiempo sin comerse un buen platito combinado, la verdad es que esta señora tiene un tipazo. Eso sí, un blanqueamiento dental tampoco le vendría mal. Aunque para qué, si la orina debe desteñir mogollón. Además, María asegura que existen tres cosas que hemos normalizado en esta sociedad irracional, pero que son realmente descabelladas.

"Hay tres cosas que consideramos normales y son enfermedades. El sexo, se nos acumula la casa en el vientre. El estreñimiento, esto se congestiona. Los parásitos son capaces de caminar tu voluntad y hacerte tirarte un río, y cuando estás muerte se salen los parásitos", relataba sin ningún atisbo de duda en su discurso.

Y llegó la cita. Un tal Rafael, al que acompañamos en el sentimiento, fue el elegido para compartir mesa con María. Ella comenzó a relatar sus extrañas costumbres gastronómicas y, en un momento dado, quiso ejemplarizar sus profecías restregándose la cena por todo el cuerpo. "Esta historia va a tener que circular por metros y metros de intestino hasta que salga por el ano. Te lo quiero poner bien gráficamente. Esto es como se está estancando dentro de tu cuerpo y provoca la caca olorosa, los pedos y el sobaco oloroso..."

Comentarios cerrados
Inicio