Ana Soria y Enrique Ponce han vuelto a la vida pública en un abrir y cerrar de ojos. Hace algo más de un año decidían cerrar sus redes sociales para vivir su historia amor en la intimidad, y ahora, la parejita ha decidido volver a posar en Instagram como si nada hubiera pasado. Ayer, la eterna estudiante de Derecho retomaba su actividad en la red social de la camarita con un par de publicaciones de lo mas romanticonas.
A través de 'stories', Ana nos hacía llegar un vídeo en el que aparece retozando en alta mar junto al que considera el hombre de su vida. Enrique la rodea con sus brazos y ambos se funden en un beso acuático de película. Además la muchacha ha publicado un par de fotos donde podemos verla vestida de blanco y, de nuevo, abrazada a su queridísimo Ponce.
Pero, ¿por qué los tortolitos han vuelto a las redes de esta manera? ¿La ola de calor les ha fundido el cerebro? ¿O existe algún tipo de estrategia comercial detrás de tanto romantiqueo? A juzgar por el perfil de Ana, lo cierto es que podría tratarse de una fórmula idónea para embolsarse dinerito sin demasiado esfuerzo.
Ana Soria y Enrique Ponce retozando en alta mar - Instagram
Soria es una jovenzuela guapérrima, con estilo y una vida acomodada. Acumula 124.000 seguidores y, si decide currarse el perfil, podría duplicarlos en cuestión de meses. Su rutina junto a Ponce nos interesa a todos. Su armario, sus 'tips' de maquillaje para una noche de chicas o sus comilonas en los mejores restaurantes de la ciudad podrían ser el contenido perfecto para empezar a rentabilizar su regreso a Instagram.
Si Soria trabaja en ello, las marcas no tardarán en llegar para ofrecerle un buen pastizal a cambio de publicidad. Y teniendo en cuenta que el torero y su chica pretenden pasar por el altar, lo lógico es que generen la mayor cantidad de ingresos posible.