La historia de Nacho Palau y Miguel Bosé terminó como el rosario de la aurora. Tras 26 de amor clandestino, la pasión se fue al garete y Nachete perdió la vidorra de millonario que llevaba junto al cantante. Vivían en México junto a sus cuatro niños y, de la noche a la mañana, Palau regresó a Valencia y comenzaron los problemas judiciales.
Él reclamaba que los cuatro retoños fuesen reconocidos como hermanos, pero la justicia, por el momento, no lo ve así. Dos de ellos pertenecen a Miguel y los otros dos al de Chelva. Así lo dictan los papeles, y aunque los niños se criaron juntos desde su nacimiento, la ley no obligó a sus padres a mantenerlos unidos. Miguel se quedó al otro lado del charco y su ex comenzó una nueva vida en su pueblo natal.
Al cantante de 'Amante Bandido' lo tacharon de malo malísimo en los medios y Nacho quedó como el papi valiente que luchó por el bien de los cuatro niños. A día de hoy, queda demostrado que Bosé no fue tan radical en su decisión. Los pequeños se han reecontrado en varias ocasiones y, tal y como publica 'El Español', Nacho y Miguel habrían llegado a un acuerdo para mantenerlo unidos.
Al parecer, Miguel enviará a España los dos retoños que corren a su cargo cuando Nacho abandone 'Supervivientes'. Así lo acordaron antes de que Palau comenzase su aventura telecinquera y ya es oficial: los pequeños pasarán el verano juntos y Nachete pretende regalarles un viaje de la leche.
Tal y como publia el citado medio, el artista y su ex tienen un "convenio a largo plazo" donde estipularon "de forma equitativa" las visitas familiares. El objetivo es que los renacuajos mantengan el mismo vínculo pese a residir a miles de kilómetros de distancia.