Tamara Gorro ha vuelto a las andadas. Tras pasar una temporada en el extranjero, la ex churri de Ezequiel Garay ha regresado a su hogar para estar junto a los suyos. Durante estos días ha tenido tiempo para reflexionar, para tomar decisiones y hasta ha aprovechado para tostarse al sol en algún lugar recóndito (y muy lujoso) del planeta. Ahora, la 'influencer' está en España con un mensaje para su "familia virtual".
No han sido meses agradables para Gorro, pero después de auto-regalarse un retiro espiritual en la playita, la muchacha he regresado a Instagram con algo más de fuerza. Sus más de dos millones de seguidores esperaban a Tamara como agua de mayo, y el día ha llegado. La que fuera novieta de Rafa Mora en sus tiempos mozos ha vuelto a Instagram dispuesta a continuar con su labor de 'influencer' máxima.
"Elijo volver a la vida porque la echo de menos. Cuando tocas fondo la única opción que tienes es subir para arriba y yo lo voy a hacer. Despacio, con cautela, pero sin parar", asegura Tamara mirando a cámara. La "mamamolona", tal y como se autodenomina, ha vuelto para quedarse. Eso sí, Tamara, no hay menos molón que auto-proclamarte "mamamolona".
Además, la influencer ha tenido unas bonitas palabras para todos aquellos que un día hicieron click en el botón de 'seguir' en su cuenta de Instagram. Hoy por hoy, la muchacha se forra gracias a todas y cada una de esas personitas que, desde el sofá de su casa, observan sus 'stories' sin pestañear.
"Esta red social para mí significa refugio, entretenimiento, diversión, protección. Y creedme, es imprescindible para que mi camino sea más fácil. Claro, que ahí estáis vosotros, mi familia virtual, los que me cuidáis, los que me queréis y los que no os habéis alejado. Si me hicieráis mal la cerraba de por vida. Pero como no es así, yo hoy me agarro vuestra mano", asegura.
De este modo, la ex de Ezequiel Garay vuelve a Instagram para ponernos los dientes largos con su día a día de 'influencer' máxima. Vuelven los vídeos chorra, los 'reels' publicitando ropita y las reflexiones profundas con las que suele deleitarnos. ¡Bienvenida de nuevo, Tamara!