Mario Vaquerizo y Alaska forman una de las pareja más consolidadas de la peña del famoseo junto con Pé Cruz y Javier Bardem y Lydia Lozano y Charly. Mientras ella le aporta un baño constante de valerianas, él le inyecta una nevera de 'Red Bulls' vía venosa a diario porque vive en un estado de ataquito de ansiedad permanente. Ahora, el cantante ha dado una entrevista para 'Pronto' donde no ha dudado en gritar a los cuatro vientos lo enamoraíto perdío que anda de su señora esposa.
El king de las peluquitas multicolor y las mil y una capas de make-up ha reconocido que tanto él como su churri pasan tiempo el uno sin el otro para evitar que la Olvi acabe al borde del colapso mental de tanto escuchar la inagotable lengua de Marito: "Aunque somos muy diferentes, hemos llegado a un equilibrio surgido de forma natural por nuestras personalidades. Nos respetamos y nos dejamos espacios de libertad".
En la cama, estos góticos tortolitos tienen cero problemas: "Cumplimos muy bien los dos. Porque sea un poco amanerado y me salga mi lado femenino, que propicio, no me siento cuestionado. Una mujer tan lista, tan culta y tan inteligente no iba a estar con un hombre que no la deseara", ha expresado el líder de las 'Nancys Rubias'. ¡Ay si esas sábanas de estampado del pijama de Belén Esteban hablaran!
La cama de la pasión de Olvi y Marito
Eso sí, el colaborador ha dejado clarinete (en un atisbo de humildad intrínseca) que está en plena forma porque comparte rutinas de pectoral con el machote de Rafa Mora y batidos de proteínas (y ácido hialurónico) con don Kikito Matamoros: "Me cuido y hago ejercicio. Como decía Aristóteles, la virtud está en la justa medida de todo. Por eso tengo este cuerpazo (...). Me siento mejor ahora que cuando cumplí 25. Estoy mejor, más guapo, más maduro y centrado, tengo las cosas más claras en mi vida", ha sentenciado Mario sin abuela Vaquerizo.
