Hace un par de meses, Risto y Laura anunciaban lo que nadie hubiera imaginado: su matrimonio estaba roto. A pesar del continuo postureo de Escanes a través de Instagram en modo 'parejita feliz', el tiempo acabó dictando sentencia. El amor se acabó entre Mejide y su chica, y poco después de deleitarnos con su 'podcast' en conjunto, hicieron pública la ruptura.
Como suele pasar en estos casos, ambos intentaron vendernos la separación ideal. A través de las redes nos bombardearon con publicaciones fantásticas acerca de la ruptura, pero la realidad, como es obvio, solo la saben ellos. Puede que terminasen como el rosario de la aurora, pero jamás nos enteraremos de aquello.
Tras la ruptura, a Escanes le salieron novios hasta debajo de las piedras. Todo hombre de su entorno era señalado como posible amante, pero la realidad es distinta: ni tiene novio ni lo espera. Algo similar sucedió con el presentador, a quien tacharon de ser un auténtico cazador de jovencitas. De nuevo, es falso. Todo apunta a que está solo y centrado en sí mismo.
Risto Mejide - Instagram
Risto está soltero, entero y mazado. Así, sin medias tintas. Desde que Laura no esta a su lado, Mejide parece haberse puesto las pilas en gimnasio. O en el 'gym', como diría Laura en sus 'stories'. El tío entrena duro para estar sano y mantener sus músculos, y lo cierto es que lo está consiguiendo.
A través de Instagram, el publicista nos ha demostrado que tiene unos brazos de infarto. Podrían ser los de Kiko Matamoros, pero no. Es Risto y la verdad es que sorprende. Parece haberle cogido el gustillo a las pesas, o al menos así lo demuestran sus bíceps.