Ya es oficial: la guerra entre Gema Aldón y Gloria Camila es una realidad que nos atañe a todos. Su enfrentamiento es público y notorio, especialmente para Ortega Cano, que no levanta cabeza tras comprobar que su familia no cesa en su labor televisiva. El sábado, la hija del torero decidió sentar el culete en 'Ya es Verano' para responder a su hermanastra, que se hizo un 'Deluxe' con el único objetivo de sacar la cara por Ana María y terminó soltando varias perlitas por la boca.
Gema hizo pública su mala relación con Gloria, e incluso confesó haberle en enviado un mensaje en el que podía leerse la palabra "cerda". Al parecer, la hija de Ortega jamás tragó a la hija de Ana María y siempre hizo lo posible para mantenerla alejada de la familia del torero. Tal y como aseguró Kiko Jiménez, GloriaCá consideraba a su hermanastra "un personaje de tercera" y se negaba a compartir fotos familiares junto a ella, como las que publicó la revista del saludo tras la boda de Ortega y su todavía esposa.
La que fuera colaboradora de 'Ya son las Ocho' estrenó el nuevo programa de Telecinco por todo lo alto: con un buen zasca dirigido a su hermanastra. "A mí quien me importa es mi padre. En un plató no se solucionan los problemas. Tan fácil como llamarme sin insultos y sin nada", decía en referencia al mensaje que recibió por parte de Gema. "Yo recibo el mensaje, lo leo y decido no contestar. Considero que las personas van cambiando y van aprendiendo de sus errores", aseguró.
"Intento entender que a ella como hija hay cosas que le duelan como a mí como hija. Por eso intento suavizar las cosas. Después de mis palabras en Ya son las Ocho diciendo que no me pondría sus diseños, llamé a Ana María para hablar las cosas y nunca se ha producido esa conversación", dijo GloriaCá .
Además, la joven reveló la complicada situación que vive su padre: "Está pasándolo mal, pediría más suavidad a la hora de tocar temas". Sin embargo, olvidó lo más importante: Ortega detesta que se hable de problemas familiares en la tele, y ella, su queridísima hija, lo hace cada vez que alguien le pone un cheque por delante.